dimarts, 31 de març del 2009

Els homes quebrats


Una de les coses que mes sovint em fa reflexionar i que em costa mes d'entendre es la magnitud del esfondrament mental dels qui participen a primera linea de les GUERRES.  No parlo d'aquestes guerres modernes, de soldats professionals (tu sabras on et fiques!), jo parlo de les guerres d'abans:  les guerres mundials, les guerres civils (encara n'hi ha!), les guerres de l'edat mitjana... totes les guerres.

Pensa-hi.  Pel.licules com "Salvar al soldado Ryan", "Banderas de nuestros padres" o "Cartas desde Iwo Jima", i sobretot la serie "Hermanos de Sangre" mostren exactament a que em refereixo: Quan t'adones de que estas anant a la mort?  Que fas quan t'entra la por?  com superes aquesta POR per agafar l'arma un altre cop i enfrontar-te a la mort???  que pensen aquesta pobre gent que no son ni soldats?  "el païs (el senyor, el Rei, la causa) et necesita", et diuen, i tu agafes una arma i directe a la mort...

Us copio un fragment d'un llibre que estic llegint que resumeix tot aixó.  Em va atrapar moltíssim i espero que et faci reflexionar igual que a mi.  Es un extracte de "CANÇO DE GEL I FOC", de G.R.R. Martin (per desgracia no traduïda al català).  Jo, el que penso, es que aquestes guerres s'haurien de quedar en els llibres i els videojocs, que mai mes ningú hagi de passar per aixó...  Sona a tópic, però tant de bo s'acabessin PER SEMPRE MES les guerres...


[...] Casi todos son gente sencilla, hombres del pueblo que nunca habían estado a más de media legua de la casa en la que nacieron hasta que un día, un señor cualquiera se los llevó a la guerra.  Mal vestidos y mal calzados, marchan tras sus estandartes, a veces sin más armas que una guadaña o una hoz, o una maza que se han hecho ellos mismos atando una piedra a un palo con tiras de cuero.  Los hermanos marchan con los hermanos; los hijos, con los padres; los amigos, con los amigos.  Han oído las canciones y las anécdotas, así que caminan con el corazón anhelante, soñando con las maravillas que verán, con las riquezas y la gloria que conseguirán.  la guerra les parece una gran aventura, la mayor que vivirá la mayoría de ellos.
  == Luego prueban el combate.
  == Algunos se quiebran nada más probarlo.  otros aguantan años, hasta que pierden la cuenta de las batallas en que han intervenido, pero alguien que sobrevive a cien combates puede quebrarse en el ciento uno.  Los hermanos ven morir a sus hermanos, los padres pierden a sus hijos, los amigos ven a sus amigos tratar de volver a meterse las tripas después de que los haya rajado un hacha.
  ==Ven caer al señor que los llevó allí y, de repente, otro señor les grita que ahora lo sirven a él.  Reciben una herida y, cuando todavía la tienen a medio curar, reciben otra.  Nunca tienen comida suficiente; el calzado se les cae a pedazos de tanto caminar; la ropa se les desgarra y se les pudre, y la mitad se caga en los calzones porque ha bebido agua que no era potable.
  ==Si quieren unas botas nuevas, una capa más caliente o, tal vez, un yelmo de hierro oxidado, tienen que quitárselo a un cadáver; no tardan en robar también a los vivos, a los aldeanos en cuyas tierras lucha, a hombres como los que eran antes ellos mismos.  Les matan las ovejas y les roban las gallinas, y de ahí a llevarse también a sus hijas sólo hay un paso.  Y un día miran a su alrededor y se dan cuenta de que todos sus parientes y amigos han desaparecido, de que luchan al lado de desconocidos y bajo un estandarte que ni siquiera identifican.  No saben dónde están ni cómo volver a su hogar; el señor por el que luchan no saben como se llama, pero ahí está siempre, gritándoles que formen una línea con sus lanzas, sus hoces, sus guadañas, para defender la posición.  Y los caballeros caen sobre ellos, hombres sin rostros envueltos en acero, y el retumbar de su ataque parece llenar el mundo...
 ==Y el hombre se quiebra.
 ==Da media vuelta y huye, o se arrastra entre los cadáveres de los caídos, o se escabulle en plena noche y busca un lugar donde esconderse. [...]